MISIÓN DE CAMERÚN

HISTORIA DE LA MISIÓN DE CAMERÚN

INVITACIÓN

La presencia de las Hermanas de la Presentación en tierra camerunesa es fruto del trabajo de Monseñor Pasquier. Este dirige una petición a Madre Jean-Théophane, entonces superiora general de la Congregación. Monseñor Pasquier hace la petición de una comunidad de hermanas para la misión católica de Atta. Después de varios intentos ante otras Congregaciones para ganar la causa, se dirige a Castelgandolfo el 20 de mayo de 1987, a sugerencia de uno de sus hermanos, el padre Jean Loiseau, oblato. La solicitud es tenida en cuenta por el capítulo general que tiene lugar en Ariccia, en el mes de septiembre de 1987. Monseñor es informado de ello y expresa inmediatamente su satisfacción en una carta sin fecha dirigida a la superiora general. En respuesta a la propuesta de monseñor, el consejo general delega entonces a sor Luisa de Jesús, consejera general, a sor Gisèle FOURNIER, superiora provincial de la provincia de Montreal y sor Jacqueline GUITE, religiosa misionera de la provincia de Montreal, trabajando en Senegambia desde 1963. Las tres viajaron a Camerún a finales de marzo hasta el 8 de abril de 1988.

PRIMER VIAJE MISIONERO EN TIERRAS CAMERUNESAS.

Parten de Roma, nuestras hermanas Luisa de Jesús y Gisèle FOURNIER, hacen escala en Dakar por una noche y parten al día siguiente con la hermana Jacqueline GUITE que las acompaña como guía dada su larga experiencia en África. El viaje es largo, con escala en todas las capitales de la costa de África Occidental. Llegadas a Douala, parten al día siguiente, por avión vía Yaoundé y Ngaoundéré, donde monseñor Jean PASQUIER las acoge calurosamente en su obispado. Después, de camino, con el obispo, vuelven al noroeste del país para por fin llegar al lejano pueblo de Atta, a descubrir una misión preparada para un nuevo impulso de evangelización.

LAS FUNDADORAS

Sor Jacqueline GUITE es nombrada responsable de la fundación y superiora de la comunidad presentina de Atta. Así pues, partirá el 20 de enero de 1989 con otras tres compañeras. Se trata de sor Margaret CAMIRE de la provincia de Methuen, sor Marie-Veronique DIEME de Senegal y sor Lise THIBODEAU de la Provincia de Montreal. De junio a enero, la futura misión se prepara y organiza. Es un gran desafío para la provincia religiosa de Montreal, que por primera vez asume la responsabilidad de una misión en África central.

VIAJE Y LLEGADA DE LAS MISIONERAS A CAMERÚN

Nuestras hermanas salen de Montreal el 20 de enero, por fin llegan al final del viaje la tarde del 27 de enero, para entrar en su pequeña choza recién renovada y blanqueada con cal para dormir, confiadas, felices, abandonadas a la Providencia que las había protegido a lo largo de este viaje por tierra camerunesa. El 29 de enero, primera misa con los cristianos de Atta. Monseñor Pasquier presenta a las hermanas a la comunidad de los fieles reunidos para la Eucaristía del domingo.

HOY

Camerún es un país situado en el Centro de África. Tiene diez regiones. En nuestra Misión estamos en dos regiones. Al oeste en la diócesis de Bafoussam con cuatro comunidades: Foumbot, Bafoussam, Doumelong (casa de formación) y Bamougong. En el Litoral en la archidiócesis de Douala con una comunidad. En la región occidental la población vive un 90% de la agricultura y del comercio. En el plan religioso son más del 50% católicos.

PASTORAL

Las hermanas están también muy activas en la pastoral. A saber: la catequesis de los niños, jóvenes y adultos para recibir los sacramentos de iniciación cristiana. La pastoral y visita de los enfermos para orar con ellos y llevarles la comunión y muchos son felices y consiguen llevar con mucha alegría y esperanza sus sufrimientos. También estamos cerca de las personas mayores y que viven solas para transmitirles ganas de vivir. Ofrecemos activamente nuestros servicios en el Santuario Mariano en la Diócesis de Bafoussam, situado en Doumelong. Brindamos apoyo a los jóvenes en diversos movimientos y grupos. Estamos activamente involucradas en la pastoral de infancia a nivel de diócesis, de las parroquias donde estamos y en los lugares que se nos solicite.

FAMILIA ESPIRITUAL

Laicos Consagrados, Asociados María Rivier y Juventud Rivier son grupos nuestros, con el fin de inculcar la espiritualidad de nuestra Madre en sus miembros y sentimos la satisfacción de muchos que están en estos grupos, porque estos grupos permiten a adultos, jóvenes y niños dar sentido a sus vidas siguiendo a Cristo tras los pasos de Santa María Rivier. También somos muy activas en el servicio de las celebraciones de la Palabra de Dios en ausencia del sacerdote en la parroquia o en las misiones. Aseguramos el mantenimiento de la sacristía en las parroquias donde estamos. También estamos implicadas en el acompañamiento de los grupos vocacionales en las parroquias e incluso en la diócesis y es en esos encuentros que hay jóvenes que se interesan por nuestro carisma. Estamos implicadas en el seguimiento de otros movimientos de acción católica y de las comunidades eclesiales de base donde compartimos la Palabra de Dios con los fieles de Cristo.

FORMACION

Casas de formación: El postulantado se hace en Camerún en Doumelong y el noviciado en Senegal en Dakar (en Rufisque). En la casa, los cursos son impartidos por varias personas: hermanas, sacerdotes y laicos. Aparte de esto, hacemos actividades manuales, crianza de animales, deporte y bricolaje; agricultura y fabricación de productos de limpieza.

Acogemos en Doumelong en el santuario mariano en la casa a pequeños grupos de personas para retiros o para un tiempo de descanso

En Foumbot tenemos una tienda con una máquina de helados y muchas otras cosas para vender.

En estas estructuras damos a conocer y hacemos amar con celo a Jesús y a su Madre, la Santísima Virgen.

En la Misión de Camerún tenemos momentos fuertes que el tiempo litúrgico nos ofrece para y celebrar juntas como hijas de la mujer Apóstol: Navidad, Pascua, nuestra fiesta patronal, Presentación de María. Nos es muy querida esta palabra: juntémonos de nuestra fundadora beata María Rivier, da sentido a nuestro ser en el seguimiento de Jesucristo.

Os dejo en herencia el espíritu de oración (María Rivier)

Esta herencia heredada de nuestra fundadora nos motiva día a día en nuestro camino hacia la santidad. De la oración sacamos todas nuestras fuerzas para vivir nuestra consagración en el seguimiento de Cristo y permanecer fieles a él.

Nuestra pasión deriva ante todo de nuestra vivencia comunitaria, de la oración personal y comunitaria, de la adoración, del juntémonos. Compartimos las alegrías y las penas de las unas y de las otras. Hacemos regularmente en nuestras comunidades el encuentro comunitario. Salidas comunitarias cuando es posible. Los retiros y al final de año el retiro anual comunitario para alimentar y mantener nuestra vida espiritual y humana.

También recibimos formación continua para nuestro crecimiento en el seguimiento de Jesucristo. Y esto cada trimestre con temas seleccionados a principios de año. Además, las jóvenes profesas tienen sesiones de formación con las demás congregaciones de la archidiócesis de Douala y de la diócesis de Bafoussam. Los responsables de la formación también reciben formación permanente para ayudar mejor a los jóvenes.

Nosotras, hermanas de la Presentación de María, estamos atentas y presentes en el Proyecto Diocesano de Renovación Inculturada de la diócesis de Bafoussam. Una mirada nueva para nuestra Iglesia particular de Bafoussam. Y participamos con las otras Congregaciones en la Unión de los Religiosos y Religiosas de las diócesis en las que estamos.

En este tiempo, la Misión de Camerún cuenta con 13 hermanas de votos perpetuos, 8 hermanas de votos temporales, 3 novicias de segundo año y 2 postulantes de primer año de formación. También tenemos un buen número de jóvenes aspirantes en cada una de nuestras comunidades locales; signo de la presencia de Jesucristo y de nuestro testimonio de vida en su seguimiento, Él nuestro Maestro.

¡TODO POR DIOS ! ¡TODO POR SU SANTO AMOR!

Este lema es para nosotras, hermanas de la Presentación de María, una invitación a encontrar a Dios en todo. (Espiritualidad ignaciana)

Somos felices en el día a día de responder a las exigencias de nuestra consagración para mayor gloria de Dios y salvación de los hombres en la vivencia de los valores de la vida religiosa. Como la Mujer Apóstol, somos incansables en el servicio para poner al hombre de pie. Porque la gloria de Dios es el hombre de pie.