Educación
« Juntémonos y abramos una escuela »
- Beata Maria Rivier -
LA MISIÓN DE EDUCACIÓN
Jesucristo, nos asocia íntimamente, mediante nuestra vida, a su obra redentora y nos llama a participar en la misión de enseñanza de la Iglesia por la educación cristiana de la juventud.
La educación cristiana de la juventud, tarea exigente y hermosa, ha sido inspirada por Dios a nuestra Fundadora y reconocida por la Iglesia como nuestra misión específica.
En ello encontramos nuestra alegría.
LA EDUCACIÓN Y MARÍA RIVIER
Ante la Pietá, la pequeña Marinette pedía insistentemente a Nuestra Señora, su curación : «Virgen Santa, cúrame y te recogeré niñas. Les daré clase y les enseñaré a amarte mucho».
En 1794, sale de Montpezat para Thueyts. En el momento en que los conventos eran disueltos, los religiosos dispersados y las iglesias cerradas al culto, llama a otras jóvenes : « Juntémonos y abramos una escuela ». Así nació, el 21 de noviembre de 1796, una nueva familia religiosa : la Presentación de María.
La escuela será el medio privilegiado para anunciar a Jesucristo a los niños y a los jóvenes. Los más abandonados son para ella una preocupación continua.
En su muerte el 3 de febrero de 1838 a los 69 años, ya había abierto 141 escuelas extendidas por 14 diócesis en Francia y había recibido más de 350 hermanas para continuar su obra. Hoy, en 20 países del mundo, ¡la Mujer Apóstol continúa dándo a conocer a Jesucristo y haciéndolo amar !